espectral

Aceleracionismo Lindo

abril 18, 2024

Involuntariamente absorbidos por el campo de fuerza de lo lindo o (cute), Amy Ireland y Maya B. Kronic decidieron dejarse llevar, ceder, dejar que el demonio les montara y convertirlo en aceleracionismo, solo para darse cuenta de que lo lindo abre una puerta microcósmica al proceso trascendental de la aceleración misma.

Uniéndose al enjambre de e-girls, t-girls, NEETS, anons y otakus que rescataron el aceleracionismo de las pinzas dobles del pánico mediático y el alboroto académico al ponerle ojos grandes, orejas peludas, programación y memes tontos, descubren que los objetos de la cultura de lo lindo son sólo derivados de un proceso acelerado que nos aleja del futuro, volviéndonos a todos sumisos, dóciles, indefensos y lindos en lo nuestro. Lo lindo llega mañana, y sólo la anástrofe puede dar sentido a lo que nos habrá estado haciendo.

Evadiendo toda disciplina, deslizándose por todas las superficies posibles, el Aceleracionismo Lindo abarca cada detalle de la sintomatología, etiología, epidemiología, historia, biología, etimología, topología e incluso embriología de lo lindo, profundizando con alegría en sus realidades naturales, culturales, sensoriales, sexuales, sus dimensiones subjetivas, eróticas y semióticas para sondear desde allí los espacios latentes de esta cosa que se ha abierto camino en la cultura humana.

Atravesando las tangentes de la selección natural y antinatural, la sobrenormalización desbocada, la autotransformación colectiva de bellezas que calientan el género, las culturas hipersticionales de shojo y otaku, denpa y amor 2D, y los lindos submundos de aegyo y meng, moé y flatmaxxing, catboys y huevos dogon, bolitas y gomitas, máquinas vore y objetos parciales, BwO y UwU… agarrando, acurrucándose, apretando y apretando su camino hacia el horizonte de sucesos de lo lindo, poniéndose orejas de gato y haciendo estallar burbujas a medida que avanzan, en esta inoportuna intensificación filosófica de un fenómeno omnipresente, habiéndose rendido a la posesión demoníaca más blanda, como nunca antes, dos mejores amigas partieron en busca de la forma trascendental de la ternura solo para darse cuenta de que, a pesar de que está a nuestro alrededor, todavía no sabemos qué puede hacer lo lindo.

Seriamente superficial y desconcertantemente coherente, mitad tratado filosófico erudito, mitad mashup dariacore, de lindura 100 por ciento contagiosa, esta pequeña máquina textual compacta es una fusión y un resplandor, así como un homenaje deslumbrante a Las mil mesetas de Deleuze y Guattari. Bienvenido al kawaiizome: nada desagradable sale del futuro cercano, y lo lindo muy pronto ya no será ni remotamente humano.

Urbanomic